monumento al Comandante de la Legión Francisco Franco Bahamonde, 1921-1977 |
detalle del lateral derecho |
detalle del lateral izquierdo |
Aquel mes de julio de 1921 hacía mucho calor, como es costumbre en el Rif en esa época del año. Fue un año de muy malas cosechas en el campo, llovió poco en el invierno, pero la sangre de muchos españoles y rifeños quedó derramada allí para siempre. No deja de ser curioso que muchos acontecimientos de la historia militar y política sucedieran siempre en ese mes.
La Comandancia General de Melilla en pocas horas deja de existir como unidad combatiente tras la caída de las diferentes posiciones que jalonaban el camino desde Melilla a Alhucemas.
El sueño del General Fernández Silvestre de tomar Alhucemas y acabar con la insurrección de las cabilas rebeldes se desvanece en cuestión de pocas horas. Es dificil simplificar lo que ocurrió en aquellos días, los políticos en Madrid, como de costumbre, no estuvieron a la altura, muchos militares tampoco, enzarzados en sus luchas internas entre africanistas y junteros. En unión de todos los factores se produjo el desastre, el derrumbamiento que no fue solamente militar. Fue el mayor desastre militar del Ejército español en la historia reciente, fue nuestro Vietnam particular. Miles de muertos y heridos, la captura por el enemigo de una gran cantidad de material y armamento, unos pocos cientos de prisioneros, multitud de episodios de heroismo por todo el territorio y el saqueo y destrucción de todo lo que encontraban a su paso los rebeldes.
Nuestro anterior aliado y fiel colaborador, Mohamed Ben Abd el Krim el Khattabi consiguió levantar en armas a todas las cabilas del Rif (*), contra el sultán de Marruecos, contra España, contra Francia y contra todo aquel que se pusiera en su camino para alcanzar su sueño, crear la república del Rif. Fue distinguido con varias condecoraciones civiles y militares, entre ellas la Cruz de caballero de Isabel la Católica. Fue nombrado juez de jueces "cadi kodat", colaborador en la Oficina de Asuntos indígenas con el Coronel Morales Mendigutia. Profesor de arabe del General Silvestre, redactor de la página de árabe del periódico El Telegrama del Rif, residió en Melilla durante varios años llegando a tener varios sueldos con cargo a la administración española. En 1915 a instancias de la administración francesa y por mantener contactos y concesiones mineras con industriales alemanes, fue encarcelado en el fuerte de Rostrogordo, donde tras estar recluido varios años y al escapar descolgándose del fuerte se rompió una pierna quedando cojo desde entonces.
Lo que ocurrió después es historia, pero no conviene olvidarla, las consecuencias de este desastre implicaron cambios políticos en España e incluso desembocaron en el cambio de régimen, dando paso la monarquía de Alfonso XIII, a la dictadura de Primo de Rivera y después a la II República.
*excepto la cabila de Beni Chicar, cuyo jefe Sidi Abdelkader Hach Tieb se mantuvo fiel a España. De haberse alzado en armas también dicha cabila, Melilla con seguridad habría sucumbido junto a las demás posiciones.
Estos son los protagonistas de esta historia
Mohamed Ben Abd-el-Krim el Khattabi, Jefe de la cabila de Beni-Urriaguel. Fiel amigo y después despiadado enemigo de España |
Tercio de Extranjeros Teniente Coronel José Millán Astray Terreros Comandante Francisco Franco Bahamonde. Melilla 1921 |
El Comandante Franco arengando a sus legionarios a su llegada en socorro de la ciudad de Melilla el 25/07/1921 |
Desembarco de los legionarios del Tercio de Extranjeros en el puerto de Melilla el 25/07/1921 |
el Telegrama del Rif, 26/07/1921 |
el Telegrama del Rif, 26/07/1921 |
José María Gil, 2016
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